Dentro de las prioridades de la administración encabezada por la Mtra. María Eugenia Campos Galván, está desarrollar una visión humanista como soporte de cada una de las ideas, acciones y relaciones que estructuran el servicio público. La actual gobernadora tiene como objetivo consolidar un Gobierno con un claro compromiso ético, como nunca antes se había hecho en la historia de este Estado.
La misión del Código de Ética para el Poder Ejecutivo del Estado de Chihuahua, es promover la formación de personas servidoras públicas que busquen el bienestar de la sociedad, pues toda política con un espíritu humanista, es realizada necesariamente por mujeres y hombres que sirven de manera íntegra, honesta e incansable a su comunidad.
Según la premisa de una visión humanista, es preciso entender que la política se origina en la ética y se sostiene gracias a ella. Uno de los primeros pensadores que tematizaron la relación entre ética y política, Aristóteles, señaló que nadie se preocupa por la ética para saber qué es el bien, sino para ser virtuoso y bueno, pues limitarse a la teoría sería completamente inútil.
Así pues, este documento no se agota en lo meramente teórico, sino que aspira a un objetivo mucho más noble y provechoso, a saber: lograr que cada persona servidora pública desempeñe su cargo, regida por el estándar que una visión humanista establece, persiguiendo siempre el bienestar de aquellos a quienes deben entregarse en sus funciones.
Para lograr que las personas servidoras públicas actúen de forma íntegra, es necesario sembrar en ellas la firme convicción de que servir a los demás es la esencia misma de sus funciones. Por ello, la capacitación y la enseñanza de este Código no debe ser impartida a modo de un adoctrinamiento, sino de manera que cualquier persona a la cual va dirigido este documento sea genuinamente motivada a hacer suya la vocación de obrar bien para aquellos a quienes sirve.
Para este Gobierno, el servicio público está sustentado por cuatro pilares éticos fundamentales que se encuentran desarrollados a lo largo del Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027, el cual promueve una estrategia que revisa, actualiza y/o emite, un código de ética relacionado con la cultura institucional. Los cuatro pilares mencionados son los siguientes:
1. Dignidad: significa el reconocimiento y la inclusión de todas y todos como iguales, más allá de si existen diferencias en la condición social, edad, sexo, raza, religión, cultura, etc. Esta es una de las principales motivaciones de la actual gobernadora, quien señala en su presentación del Plan Estatal de Desarrollo que los proyectos realizados por esta administración “serán siempre impulsados con un profundo espíritu humanista, trazando programas solidarios, que verdaderamente pongan al centro la dignidad intrínseca de toda persona”.
2. Bien común: implica colocar los intereses de los miembros de la sociedad por encima del beneficio particular, para lo que es necesario que las y los individuos que integran dicha sociedad, participen para mejorar las condiciones de vida.
3. Solidaridad: es el fundamento de la cooperación, pues sobre ella descansa la relación entre la persona individual y la sociedad.
4. Subsidiaridad: denota la ayuda escalonada por parte de quienes tienen mayores privilegios respecto de aquellos que tienen mayor necesidad, sin violentar el derecho fundamental de la libertad y la autodeterminación.
Al mismo tiempo que humanizan las acciones de la presente administración, estas cuatro columnas fortalecen sus procedimientos frente a actos de corrupción y solidifican su comportamiento institucional, ya que reafirman la dignidad y la igualdad de las personas como principio y fin del servicio público y la vida política. Este es el sello que imprime la gestión actual a cada uno de sus actos, proyectos y programas.